Clasificacion de las facturas de la pelvis

Radiopedia de la fractura pélvica

Antecedentes: La incidencia estimada de fracturas pélvicas osteoporóticas entre las personas mayores de 60 años en Alemania es de 224 por 100.000 personas al año, y va en aumento. Existen varias opciones de tratamiento quirúrgico, pero faltan datos clínicos a largo plazo.Métodos: Esta revisión se basa en publicaciones y directrices pertinentes recuperadas mediante una búsqueda bibliográfica selectiva, y en la experiencia clínica de los autores.Resultados: Los pacientes suelen referir uno o más incidentes traumáticos relativamente triviales que conducen a la fractura. Se quejan de dolor en la cadera, la ingle o la región lumbar inferior, o de lumbalgia y ciática. Un nuevo esquema de clasificación denominado Fracturas por fragilidad de la pelvis (FFP) tiene en cuenta la morfología de la fractura y puede utilizarse como ayuda para la toma de decisiones terapéuticas (nivel de evidencia IV). El objetivo del tratamiento es la movilización precoz con un alivio adecuado del dolor. Las fracturas aisladas del anillo pélvico anterior (FFP I) y las fracturas no desplazadas del anillo pélvico posterior (FFP II) suelen ser estables y pueden tratarse de forma conservadora. Las lesiones de tipo III y IV son inestables y, por lo general, deben tratarse quirúrgicamente.Conclusión: Los análisis retrospectivos han demostrado que las fracturas osteoporóticas de pelvis se asocian a una disminución de la movilidad y la independencia y a una mortalidad a un año que oscila entre el 9,5% y el 27%. Se necesitan urgentemente ensayos terapéuticos prospectivos.

Pelvis rota

La mayoría de las fracturas de pelvis están causadas por algún tipo de acontecimiento traumático de gran energía, como una colisión automovilística. Dado que la pelvis está cerca de importantes vasos sanguíneos y órganos, las fracturas de pelvis pueden provocar hemorragias extensas y otras lesiones que requieren tratamiento urgente.

El tratamiento de una fractura de pelvis varía en función de la gravedad de la lesión. Mientras que las fracturas de menor energía pueden tratarse a menudo con cuidados conservadores, el tratamiento de las fracturas pélvicas de alta energía suele implicar cirugía para reconstruir la pelvis y restaurar la estabilidad, de modo que los pacientes puedan reanudar sus actividades cotidianas.

Cada hueso de la cadera consta de tres huesos, el ilion, el isquion y el pubis, que están separados durante la infancia pero que se fusionan a medida que crecemos. Estos tres huesos se unen para formar el acetábulo, la cavidad que sirve de receptáculo para la articulación esférica de la cadera.

Los principales nervios, vasos sanguíneos y partes del intestino, la vejiga y los órganos reproductores atraviesan el anillo pélvico. La pelvis protege estas importantes estructuras de posibles lesiones. También sirve de anclaje para los músculos de la cadera, el muslo y el abdomen.

Clasificación de las fracturas acetabulares

Un varón de 26 años, con un IMC de 37, se ve implicado en una colisión con un vehículo de motor y necesita ser rescatado. Durante la evaluación en la unidad de traumatología, se vuelve hemodinámicamente inestable y se descubre que tiene la lesión que se muestra en la figura A, así como una lesión asociada en la vejiga. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones sobre la lesión del paciente es cierta?

Un paciente de 35 años se ve implicado en una colisión automovilística y sufre múltiples lesiones, incluida una fractura de pelvis APC. Se le estabiliza tras la colocación de un vendaje pélvico y la administración de hemoderivados como parte de un protocolo de transfusión masiva. Posteriormente es trasladado a radiología para realizarle radiografías y un TAC de tórax, abdomen y pelvis con cortes de 4 mm. ¿Qué efecto tendrán estas modalidades en el aspecto radiográfico de su fractura de pelvis y qué otra intervención debe realizarse?

Una mujer de 72 años se cae por las escaleras y ahora es incapaz de soportar peso secundario a dolor en la ingle derecha. La radiografía y el TAC de la lesión se ven en las figuras A a C. ¿Cuál es la clasificación de Young-Burgess de esta lesión y el plan de tratamiento más adecuado?

Clasificación de las baldosas

Una fractura pélvica es una rotura de la estructura ósea de la pelvis[1]. Esto incluye cualquier rotura del sacro, los huesos de la cadera (isquion, pubis, ilion) o el coxis[1]. Los síntomas incluyen dolor, especialmente con el movimiento[1]. Las complicaciones pueden incluir hemorragia interna, lesión de la vejiga o traumatismo vaginal[2][3].

Entre las causas más comunes se encuentran las caídas, las colisiones de vehículos de motor, el atropello de un vehículo a un peatón o una lesión por aplastamiento directo[2]. En las personas más jóvenes suele ser necesario un traumatismo importante, mientras que en las personas mayores un traumatismo menos importante puede provocar una fractura[1]. Se dividen en dos tipos: estables e inestables. [Las fracturas inestables se dividen a su vez en fracturas por compresión anterior posterior, compresión lateral, cizallamiento vertical y mecanismo combinado[2][1] El diagnóstico se sospecha en función de los síntomas y la exploración, y se confirma mediante radiografías o tomografía computarizada[1] Si una persona está completamente despierta y no tiene dolor en la pelvis, no es necesario realizar pruebas de imagen[2].

El tratamiento de urgencia generalmente sigue el soporte vital avanzado para traumatismos[2], que comienza con los esfuerzos para detener la hemorragia y reponer los líquidos[2]. El control de la hemorragia puede lograrse utilizando una faja pélvica o una sábana para sostener la pelvis[2]. Otros esfuerzos pueden incluir la embolización angiográfica o el taponamiento preperitoneal[2]. Tras la estabilización, la pelvis puede requerir reconstrucción quirúrgica[2].

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