Actividades fisicas para facturas de tobillo

Ejercicios de fortalecimiento de tobillos y espinillas

Por definición, el equilibrio es la capacidad de distribuir uniformemente el peso, lo que permite mantenerse erguido y estable. Más allá de la forma física, el equilibrio también desempeña un papel importante en la prevención de lesiones, el mantenimiento de la movilidad y el mantenimiento de una buena postura.

Los separadores de dedos ayudan a fortalecer la musculatura intrínseca del pie, los músculos del interior del pie responsables de la motricidad fina. El fortalecimiento de los músculos intrínsecos no sólo mejora la postura del pie y la tolerancia a las actividades, sino que también minimiza el uso excesivo de los músculos extrínsecos para la estabilidad del pie. Los separadores de dedos también proporcionan a los dedos un estiramiento satisfactorio.

Si quiere ponerse a prueba, intente hacer equilibrio con una sola pierna mientras se cepilla los dientes. Este desafío desplazará su peso y le proporcionará una distracción para poner a prueba su equilibrio e implicar aún más los músculos del pie. Para un reto aún mayor, intente hacer equilibrio con una sola pierna sobre un bloque de espuma o una almohada.

Como sabe cualquiera que tenga una lista de tareas pendientes, los seres humanos no somos inmóviles. Por eso es importante practicar el equilibrio mientras nos movemos y realizamos tareas funcionales que imitan los movimientos que hacemos a lo largo del día.

Tobillos débiles

¿Tiene los tobillos débiles como consecuencia de un esguince u otra lesión? Hacer ejercicio puede ser la solución para fortalecerlos. Para mantener una buena condición física y cuidar al mismo tiempo estas articulaciones sensibles, algunas actividades, como la natación o el ciclismo, son más adecuadas que otras.

Un esguince de tobillo es uno de los traumatismos más frecuentes entre los deportistas. En efecto, esta articulación sujeta por ligamentos sufre tensiones durante la marcha, la carrera, los saltos y otros ejercicios de carga. Desde un simple esguince tras una tensión importante de los ligamentos hasta un esguince más grave con desgarro, es necesario actuar rápidamente para no agravar la lesión. Una vez administrados los primeros auxilios, y tras un poco de reposo, la actividad física puede ser la mejor rehabilitación para un tobillo débil, aunque parezca contrario a la intuición.

¿Es usted corredor o atleta y está deseando volver a practicar su deporte favorito? Aunque al principio prefiera hacer ejercicio más despacio, puede aprovechar este tiempo para diversificar sus habilidades probando otras actividades: Ciclismo, natación, pilates, yoga o musculación superior, asegurándote de seguir las recomendaciones de tu fisioterapeuta o médico y adaptar los movimientos que realizas. Una vez que tengas luz verde de un profesional de la salud, puedes reanudar gradualmente el entrenamiento; ¡puede que te sorprendan las nuevas habilidades que has adquirido!

Rigidez del tobillo

Caminar, correr, saltar, tropezar, deslizarse, girar y las actividades cotidianas pueden provocar lesiones en el pie y el tobillo. Los especialistas de Pomeroy & Rhoads pueden ayudarle a diagnosticar y tratar sus lesiones o dolores específicos.

Un esguince de tobillo se produce cuando los fuertes ligamentos que sostienen el tobillo se estiran más allá de sus límites y se desgarran. Los esguinces de tobillo son lesiones comunes que se producen en personas de todas las edades. La mayoría de los esguinces son lesiones leves que se curan con tratamientos caseros como reposo y aplicación de hielo. Sin embargo, si el tobillo está muy hinchado y le duele al caminar, o si tiene problemas para apoyar el tobillo, acuda al médico. Si no recibe el tratamiento y la rehabilitación adecuados, un esguince grave puede debilitar el tobillo y aumentar las probabilidades de que vuelva a lesionarse. Los esguinces de tobillo repetidos pueden provocar problemas a largo plazo, como dolor crónico de tobillo, artritis e inestabilidad continua.

Estiramiento del tobillo

Según la Biblioteca Nacional de Medicina, "Aproximadamente el 40% de todas las lesiones traumáticas de tobillo y casi la mitad de todos los esguinces de tobillo se producen durante la actividad atlética, siendo el baloncesto (41,1%), el fútbol (9,3%) y el fútbol (7,9%) los deportes con mayor incidencia. El esguince de tobillo es más frecuente en mujeres, niños y atletas que practican deportes de interior y de pista". La prominencia suscita una pregunta muy importante sobre la prevención: ¿Qué pueden hacer las personas activas para evitar un esguince que les deje fuera de juego?

Busque en Internet o pregunte a cualquier entrenador, y le dirá que existen programas y regímenes para fortalecer los tobillos. El entrenamiento propioceptivo y el neuromuscular son dos enfoques que pueden ser útiles para los deportistas. Pero cuando se trata de la eficacia de estas estrategias, la investigación no es exactamente clara.

Según Vriend, et al, un ensayo controlado aleatorizado de 2017 analizó las lesiones recurrentes después de participar en un programa de fortalecimiento del tobillo. Los autores descubrieron que no había una diferencia suficientemente significativa entre los jugadores que siguieron un programa de entrenamiento neuromuscular en comparación con los que no lo hicieron.

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